Cuando viajamos por carretera podemos apreciar cuántas velocidades diferentes experimentamos dentro de un límite establecido. Y lo mejor de todo esto, es que todos en algún momento, llegaremos a nuestro destino.
En la vida es lo mismo, existen quienes van de prisa, otros pueden ir a exceso de velocidad, algunos otros con calma, uno que otro va distraído y otros tantos demasiado lentos, pero todos en algún momento conquistaremos el punto final.
Jamás presiones a quien no va a tu velocidad para que tome la velocidad con la que tú caminas por la vida, es inadecuado e inútil, ya que seguramente su mente no tiene la fuerza, la capacidad y la habilidad para hacerlo todavía.
La Programación Neurolingüística te invita a respetar el proceso de vida de cada quien y a motivar que si otros pueden... tú también puedes.
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