Las fuerzas se te agotan?
El jueves tuve la oportunidad de tomar el almuerzo con una de mis muchas amigas. Platicando con ella sobre la integración y desintegración familiar, sobre todo en las familias compuestas (ambos padres tienen hijos previos al matrimonio y también tienen hijos en común), me gustó muchísimo escucharla decir que "ella quiere ser agua y no fuego" para que los hijos procreados en sus anteriores matrimonios de su esposo y de ella, siempre estén integrados en una familia.
Los señalamientos y los juicios entre los hijos y los padres o entre los hermanos, son el fuego que desintegra todo ente familiar.
La humildad, la aceptación y la comprensión son el agua que calma toda conducta imprudente para poder integrar.
Recibiendo hoy la palabra de Dios, precisamente nos invita a que jamás intentemos ganar las batallas de la vida con agresión, violencia y división. Estas batallas se ganan con la fuerza del amor.
Vive feliz y se una persona que une.
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