Todo parecía envuelto en una burbuja de color de rosa para la vida de Judith, sus aspectos de vida fluían de forma excelente y cada día ella disfrutaba de ello. En un día lleno de luz y armonía una llamada telefónica cambio su vida en oscuridad y tristeza. La noticia que nadie quiere recibir llegó a sus oídos, su esposo acababa de morir en un accidente automovilístico! Primero sintió como si el tiempo se detuviera y junto con él, su pensamiento, sus movimientos y sus emociones quedaron paralizadas. Fue un momento eterno en un lapso de segundos! Después de las actividades propias del funeral decidió enfocarse en arreglar los asuntos materiales que ahora le ocupaban. Seguido de esto las sorpresas no se hicieron esperar, la avaricia desmedida de los hijos se presentó de inmediato, las relaciones ocultas de su esposo se asomaron en búsqueda de ganar beneficios y la inesperada herencia fallida sin recursos suficientes empezó a tocar a su puerta. Judith desesperada buscaba respuestas en su mente sin darse cuenta que, lo único que realizaba su pensamiento a diario era cuestionarse las causas de la realidad sin una solución inmediata. Ante la constante insistencia de encontrar una respuesta grata a ella, su salud desmejoró y estando ella en los momentos más críticos de su vida, decidió reconciliarse con la vida. Entendió que preguntarse "por qué me pasa esto a mí, por qué me tocó vivir esto o por qué me has abandonado Señor", eran cuestionamientos que su más profundo ego le jugaban a diario para sostenerla en la oscuridad.
Si tú eres humano como Yo, no esperes nada de la vida ni de los demás, mejor toma las riendas de tu destino y vive intensamente el presente, vive en la luz de cada día y enséñale a tu mente que tus pensamientos son la realidad más auténtica que tú puedes vivir tan solo con pensarlo.
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